Salvatierra de Esca. Iglesia de San Salvador. Siglo XVI
La iglesia de San Salvador de Salvatierra de Esca está formada por planta de una sola nave, articulada en tres tramos de crucería estrellada con capillas entre los contrafuertes y un hermoso coro elevado a los pies. Su aspecto actual es el resultado de varias intervenciones de gran calado. Las más destacadas fueron las realizadas por Pedro de Ustarroz a finales del siglo XVI con la creación de la sacristía en la zona del presbiterio; y la de Pedro Estaburu, casi un siglo después, con la construcción de la torre adosada a la zona de los pies, que le confiere un aspecto de fortaleza con su remate almenado.
En la construcción del templo se empleó el sillarejo en el cuerpo de la nave y en la torre mientras que en la sacristía se utilizaron sillares perfectamente escuadrados. El aspecto exterior del templo se caracteriza por la rotundidad de sus volúmenes, que contrasta con la resolución más airosa del interior. La sacristía se levanta sobre gruesos pilares que permiten el tránsito bajo su base, y descansa sobre una bóveda rebajada (apainelada) de crucería casetonada, que no tiene réplica en el resto del Alto Aragón.
La dotación artística del interior es de cierta relevancia y dota al templo de gran belleza y armonía. Destaca el busto del “Ecce Homo”, y, sobre todo, el espectacular retablo mayor de estilo barroco dedicado a San Salvador. Fue realizado entre 1686 y 1731 y presenta un primer cuerpo dividido en tres calles por columnas salomónicas y un ático profusamente decorado. El cuerpo principal está presidido por la imagen del Salvador acompañado por San Juan Bautista -como Precursor- y San José. En el ático se dispone un Calvario con las imágenes de San Pedro y San Pablo.
Otros retablos conservados en el interior –pertenecientes a los siglos XVII y XVIII- son los dedicados al Sagrado Corazón de Jesús, San Miguel, la Inmaculada Concepción, la Virgen del Rosario, las Santas Nunilo y Alodia, San Blas, la Virgen de la Peña, el Santo Cristo, Santa Waldesca y el Ecce Homo. Mención aparte merece el soberbio órgano instalado junto al coro.