En término de Artieda, a los pies del abigarrado conjunto urbano y casi siempre por tierra llana, discurre uno de los tramos más interesantes del Camino de Santiago a su paso por Aragón. Si bien la concentración parcelaria y la construcción del pantano de Yesa contribuyeron en su día a desvirtuar o hacer desaparecer tramos históricos de gran importancia, aún pueden hallarse un buen número de puntos de interés asociados al Camino que merecen la atención del visitante. Así por ejemplo, el caminante puede observar el Corral de Peronero, algún yacimiento romano relevante, la famosa Venta de Artieda, o, apartándose unos metros de la ruta, la conocida ermita de San Pedro de Artieda.

Ubicada junto a la Iglesia de San Martín de Tours y en pleno centro urbano, la Torre de Artieda alberga un espacio interpretativo singular relacionado con el Camino de Santiago. El inmueble se compone de cuatro plantas de aproximadamente 24 metros cuadrados cada una, comunicadas entre sí por una curiosa escalera de caracol exterior adosada a la torre. Este espacio pretende recrear a través del ambiente, la luz y el sonido, las cuatro estaciones del año como símbolo de las cuatro etapas de la vida del hombre: la infancia, la juventud, la edad adulta y la senectud. Asimismo, la ascensión por los diferentes pisos de la Torre hasta llegar al campanario, lugar donde la luz y el paisaje cobran especial importancia, quiere ser una alegoría del transitar del peregrino por el Camino de Santiago, quien una vez alcanzado su destino, experimenta una vivencia agradable y de enorme superación personal.