Desde época medieval, y hasta su despoblación en el siglo XIV, existió cerca de este enclave y en lugar aún indeterminado, una villa que tuvo por nombre Astorito. Así, la villa se nombra como final de etapa en el Libro V del Códice Calixtino, escrito en el siglo XII por el clérigo francés Aymeric Picaud. Pero tiempo antes, el desaparecido puente antiguo, cuyos restos se conservan unos metros aguas arriba del actual -construido en 1880 por el ingeniero Saturnino Bellido-, es conocido ya en 1084 como puente de Astorito.
Astorito debió ser, a decir de algunos historiadores, residencia ocasional de la corte durante el siglo XI. La abadía francesa de la Selva Mayor y las monjas de Santa Cruz de la Serós poseían heredades en el lugar, según reza documento fechado en 1084-1086. La Reina Felicia, segunda mujer de Sancho Ramírez, recibió como dote las sedes reales de Bailo y Astorito, incluyendo su puente.
Existe documentación contrastada de la existencia del molino de Azorito -topónimo derivado de Astorito- al menos desde el siglo XVIII. Habiendo sido molino harinero desde sus orígenes, terminó albergando las instalaciones de una de las primeras 'mini' centrales hidroeléctricas de la Comarca de la Jacetania. Hoy, rehabilitado y puesto en valor el edificio y parte de sus antiguas infraestructuras, alberga una de las sedes de la Comarca, y su planta baja, conserva y expone parte de esa maquinaria antigua que sirvió para la producción de energía eléctrica.